El gallo es un pescado blanco de carne fina y suave, ideal para preparar todo tipo de recetas. En esta ocasión lo combinamos con una salsa cremosa de zanahoria. El contraste lo aporta un crujiente de pan y cebolla que añade una textura y un sabor irresistible. Un plato elegante, original y muy fácil de preparar.
Los filetes de gallo Disanfrio tienen el tamaño, la textura y el sabor ideales para preparar esta riquísima receta. Disanfrio nos ofrece un amplio catálogo de productos congelados y nos lo sirve con todo el esmero y la confianza que les da su sello de calidad.

Cuatro filetes de gallo
Tres o cuatro zanahorias medianas
Media cebolla pequeña
Un diente de ajo
200 ml de caldo de verduras
100 ml de nata líquida para cocinar
Aceite de oliva virgen extra
Para el crujiente de pan y cebolla
Dos rebanadas de pan del día anterior
Cebolla frita crujiente
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Pela y corta las zanahorias en rodajas, la cebolla en trozos y el ajo en láminas.
En una cazuela, calienta un chorro de aceite de oliva. Sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente. Añade las zanahorias y rehoga durante 5-7 minutos.
Incorpora el caldo de verduras y deja cocer a fuego medio hasta que las zanahorias estén muy tiernas, unos 20 minutos.
Añade la nata líquida y tritura con una batidora de mano hasta obtener una crema fina y cremosa. Reserva.
Prepara el crujiente cortando el pan en dados pequeños.
En una sartén pequeña, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio.
Fríe los dados de pan hasta que estén dorados y crujientes. Retira el pan con una espumadera y colócalo sobre papel absorbente. Cuando esté frio, tritura.
Mezcla el pan y la cebolla crujiente y reserva
Salpimenta los filetes de gallo
Calienta aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto.
Cuando el aceite esté caliente, cocina durante un par minutos por cada lado.
Para servir, extiende una base generosa de la salsa cremosa de zanahoria.
Coloca con cuidado los filetes de gallo sobre la salsa y pon encima del pescado, esparce el crujiente de pan y cebolla para darle ese toque especial de textura. Decora con perejil picado
Tres o cuatro zanahorias medianas
Media cebolla pequeña
Un diente de ajo
200 ml de caldo de verduras
100 ml de nata líquida para cocinar
Aceite de oliva virgen extra
Para el crujiente de pan y cebolla
Dos rebanadas de pan del día anterior
Cebolla frita crujiente
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración:
Pela y corta las zanahorias en rodajas, la cebolla en trozos y el ajo en láminas.
En una cazuela, calienta un chorro de aceite de oliva. Sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente. Añade las zanahorias y rehoga durante 5-7 minutos.
Incorpora el caldo de verduras y deja cocer a fuego medio hasta que las zanahorias estén muy tiernas, unos 20 minutos.
Añade la nata líquida y tritura con una batidora de mano hasta obtener una crema fina y cremosa. Reserva.
Prepara el crujiente cortando el pan en dados pequeños.
En una sartén pequeña, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio.
Fríe los dados de pan hasta que estén dorados y crujientes. Retira el pan con una espumadera y colócalo sobre papel absorbente. Cuando esté frio, tritura.
Mezcla el pan y la cebolla crujiente y reserva
Salpimenta los filetes de gallo
Calienta aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto.
Cuando el aceite esté caliente, cocina durante un par minutos por cada lado.
Para servir, extiende una base generosa de la salsa cremosa de zanahoria.
Coloca con cuidado los filetes de gallo sobre la salsa y pon encima del pescado, esparce el crujiente de pan y cebolla para darle ese toque especial de textura. Decora con perejil picado
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