Mousse de Vino Tinto y Frutos Rojos

Intenso, sorprendente y delicioso, así es el sabor de esta mousse de vino tinto, de textura suave y sedosa que dejará a todos boquiabiertos. La mousse una vez repartida en las copas se baña de un riquísimo almíbar de vino, suave y espeso que hace que este postre suba a otro nivel.
La crema de la mousse se prepara con parte del vino reducido, mermelada de frutos rojos y cacao y su textura se consigue con merengue y nata montada, y quedan con la consistencia perfecta para que podamos rellenar las copas con la manga pastelera y nos queden bien presentadas.
Unas bayas de frutos rojos y un poco de cacao en polvo es la única decoración que le falta a estas coquetas copas de vino en textura mousse para acabar una buena comida.
La calidad del vino es determinante en la elaboración de este postre. Nosotras escogemos un Ribera del Duero de calidad excepcional, el Cruz de Alba, nacido en la Finca Los Hoyales a partir de las mejores uvas Tempranillo y elaborado respetando los ciclos propios de la naturaleza.
Cruz de Alba es un vino elegante y moderno, afrutado y equilibrado, en el que se nota su exquisita elaboración.


Ingredientes para cuatro copas:

250 ml de vino tinto
Tres claras de huevo
300 ml de nata  al menos 35% m.g.
200 gr de mermelada de frutos rojos
Seis cucharadas de azúcar
Dos cucharadas de cacao en polvo
Frutos rojos y cacao en polvo para decorar

Preparación:

Montamos la nata y la reservamos en la nevera.
En un cazo ponemos a hervir el vino con el azúcar hasta conseguir un almíbar un poco espeso. Reservamos para que pierda calor.
Trituramos bien la mermelada para que no queden trozos, ya que luego queremos ayudarnos con la manga pastelera para servir la mousse y si tiene trozos se atascará la manga al servir.
En un bol montamos las claras con las varillas eléctricas. Cuando empiecen a coger volumen añadimos el cacao, la mitad del vino reducido con el azúcar  y la mermelada sin dejar de batir. El resto del vino reducido con el azúcar lo reservamos para la decoración.
Por último incorporamos la nata la mousse con movimientos envolventes.
Rellenamos la manga pastelera con mousse y la servimos en copas de vino y dejarmos reposar en la nevera al menos dos horas. Al tiempo de servir bañamos cada una de las copas con una cucharada del vino tinto reducido que teníamos reservamos y decoramos con frutos rojos y cacao en polvo.

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