Para servir como aperitivo en reuniones familiares, picoteos con amigos o incluso para una merienda diferente, estos saladitos son ideales. Son bocaditos de masa de pan rellenos de chistorra que quedan muy jugosos.
Los disponemos en una bandeja bonita y podemos llevarlos a cualquier mesa de celebración. Desaparecerán!
Ingredientes:500 gr de chistorra
550 gr de harina de fuerza
250 ml de leche entera
Un huevo
30 gr de aceite de girasol (o mantequilla derretida o aceite de oliva suave)
50 gr de azúcar
Un sobre de levadura seca de panadería
Media cucharadita de sal
Un poco más de leche o huevo batido para pincelar antes de meter en el horno
Elaboración a mano:
En un bol amplio disponemos la harina haciendo un hueco en el centro.
Vertemos en él la leche, el huevo batido, el aceite de girasol, y seguidamente la levadura, el azúcar y la sal.
Mezclamos con las manos los ingredientes que han quedado en el centro y vamos incorporando la harina de los laterales. Al principio es una masa pegajosa, pero debéis seguir sin añadir harina, durante el amasado vaya ganando firmeza.
Una vez se empiece a formar una bola dentro del bol, pasamos la masa a la encimera ligeramente enharinada. Amasamos hasta que nos quede suave y elástica.
Hacemos una bola y dejamos fermentar hasta que aproximadamente doble su volumen.
{Para preparar la masa a máquina, ponemos todos los ingredientes a la vez, amasamos durante unos 10 minutos, dejamos fermentar y continuamos con la receta en este punto igual que si lo hubiéramos hecho a mano}
Tras la fermentación, vamos haciendo bolitas de masa. Con ayuda de un rodillo aplanamos ligeramente las bolas y los vamos colocando en una bandeja de horno. Colocamos en el centro de cada uno un trocito de chistorra y cerramos. Tapamos con un paño y dejamos que vuelvan a fermentar hasta que veáis que vuelve a doblar su volumen.
Pincelamos la superficie con leche o huevo batido y espolvoreamos con semillas si nos gusta.
Tenemos el horno precalentado a 200º (muy importante) y sin aire. Metemos la bandeja en una altura intermedia de nuestro horno. Bajamos la temperatura a 185-190º pasados los primeros cinco minutos y le damos a nuestros bollitos unos 15 minutos más (aproximadamente, depende de cada horno y del tamaño que le hayamos dado a las porciones, lo mejor es observar).
Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de disfrutarlos.
Ummmm pero q delicia
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