Estos bollitos de calabaza son todo ternura y esponjosidad. Quedan riquísimos, con un dorado espectacular y del tamaño perfecto para quitarnos un antojo tanto relleno de dulce como de salado. Tenéis que hacerlos.
Ingredientes:
250 gr de calabaza cocida y bien escurrida ( pesada después de asarla y fría )
150 ml de leche
Un huevo mediano
50 gr de matequilla a punto de pomada
600 gr de harina de fuerza
65 gr de azúcar
Un sobre de levadura seca de panadería (5 gramos)
Una cucharadita de sal
Elaboración:
Tradicional:
En un bol bien amplio disponemos la harina pesada haciendo un hueco en el centro. Añadimos el azúcar y la levadura, y esquinada la sal, para que no toque la levadura. En la batidora trituramos la calabaza cocida con la leche y el huevo y la vertemos en el centro del volcán donde también habremos puesto la mantequilla. Vamos añadiendo harina al líquido con ayuda de un cucharón hasta que la tengamos integrada toda. Seguimos mezclando hasta que sea el momento de trasladar la masa a la mesa y seguir amasando allí. Al principio será muy pegajosa pero hay que seguir amasando hasta que empiece a formar una masa lisa. Podemos ayudarnos con un poco de harina en la mesa, pero aquí hay que ser disciplinado y no añadir mucha porque podríamos cambiar las proporciones de la receta y no saldría bien.
Una vez conseguida una masa, dividimos en piezas de 75 gr aproximadamente. Boleamos cada porción y la disponemos en un molde de horno rectangular de modo que no se toquen ya aumentarán de volumen al fermentar y al hornear.
Esperamos una hora a que doblen su volumen, pintamos con huevo batido y los horneamos unos 20 minutos a 180ºC.
En panificadora:
En la batidora trituramos la calabaza ya cocida con la leche y el huevo. Lo vertemos sobre la cubeta donde hemos puesto la levadura seca y añadimos el resto de los ingredientes. Programamos nuestra panificadora en el programa masa. Una vez terminado el programa, sacamos la masa de la cubeta y la dividimos en piezas de 75 gr aproximadamente. Boleamos cada porción y la disponemos en un molde de horno rectangular de modo que no se toquen ya aumentarán de volumen al fermentar y al hornear.
Esperamos una hora a que doblen su volumen, pintamos con huevo batido y los horneamos unos 20 minutos a 180ºC.
He hecho los bollitos dos veces. La primera vez seguí la receta tal cual , la segunda he hecho dos levados y han salido los bollitos mucho más esponjosos.
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