La gremolata es una salsa de origen italiano que se prepara en frío con ajo, perejil, ralladura de limón y por supuesto, un buen aceite de oliva virgen extra. Bueno, esta definición es la que encontramos en la wikipedia, porque para nosotras es la salsa verde que nuestra madre siempre tenía preparada en la nevera para aderezar los pescados a la plancha y para utilizar de base para infinidad de platos. En caliente con un poco de vino blanco es también la salsa de nuestras coquinas y almejas... pero ya esa es otra deliciosa historia. Hoy nuestra gremolata acompaña a unos exquisitos filetes de limanda. A ver quién se resiste.
Los filetes de limanda de Disanfrio tienen el sabor y la textura perfectas para ser los protagonitas de grandes platos. Y es que Disanfrio nos ofrece un amplio catálogo de productos congelados y nos lo sirve con todo el esmero y la confianza que les da su sello de calidad.
750 g de filetes de limanda
Tres dientes de ajo
Un manojo de perejil
Ralladura de un limón
Aceite de oliva virgen
Sal
Elaboración:
Preparamos los filetes de limanda en una bandeja de horno pintada de aceite de oliva, salpimentándolos y acompañados de unas rodajas de limón. Horneamos según el tamaño de los filetes, unos quince minutos a 185º C con el horno ya precalentado.
Mientras tanto preparamos la salsa: podemos picar finamente el ajo y el perejil, añadir la ralladura de limón y el aceite de oliva virgen hasta conseguir una salsa o batirlo todo en la batidora para conseguir una salsa más fina y homogénea. Rectificamos de sal
Una vez cocinado el pescado, lo servimos en una fuente pincelados con la gremolata. Servimos enseguida.
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