Un plato de arroz se convierte en un plato de lujo por la calidad de sus ingredientes. Deliciosas cigalas aportan su exquisito sabor a este plato, y para aprovecharlo todo mojamos el arroz con un caldo preparado con sus cabezas. Una locura de sabor.
El arroz venere aporta por su parte originalidad debido a su intenso color negro, que se mantiene en la cocción, y su excepcional textura. Es originario de China aunque actualmente también se cultiva en Italia, en el Valle del Po. Se le atribuyen propiedades afrodisíacas y se decía que era comido solo por el emperador chino por lo que era conocido como el "arroz prohibido del Emperador", aunque lo que sí sabemos con seguridad es que es muy nutritivo por su alto contenido en minerales como el magnesio, fósforo y selenio, que son beneficiosos para nuestra salud.
Las cigalas protagonistas de este delicioso plato de arroz nos las sirve Dagustín y son excelentes para esta preparación por su extraordinaria calidad, por su buen tamaño y textura. Y es que Dagustín lleva este negocio desde hace más de 50 años, así su equipo lo ha convertido en una marca de confianza y una de las más importantes de su sector, llevando pescado y marisco a todo el mundo.Una docena de cigalas
400 gr de arroz venere
Una cebolleta
Un par de dientes de ajo
Un calabacín
125 gr de queso grana padano rallado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Para el caldo:
Las cabezas de las cigalas
Una zanahoria
Media cebolla
Una rama de perejil
Unos granos de pimienta
Germinados para decorar
Elaboración:
En primer lugar retiramos las cabezas de las cigalas, las sofreímos en una cucharada de aceite hasta que estén doradas. Cortamos las verduras del caldo en rodajas y las añadimos junto con el agua y una pizca de sal. Cocinamos a fuego suave.
Picamos bien fino los dientes de ajo y la cebolleta. Sofreímos en dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cortamos en cuadrados pequeños el calabacín y lo añadimos al sofrito.
Cuando el calabacín esté dorado añadimos el arroz y damos una vueltas para que se impregnen bien del sabor del sofrito. Agregamos el caldo colado que hemos preparado hasta cubrir, rectificamos de sal y vamos cocinando dando vueltas de vez en cuando y agregando caldo conforme lo vaya necesitando.
Cuando el arroz esté casi al punto agregamos las cigalas cortadas en dados hermosos para que se cocinen pero sin que se pasen reservando algunas para decorar que cocinamos a la plancha.
Terminamos de cocinar el arroz, incorporamos el queso rallado ya fuera del fuego y removemos bien para que se integre.
Decoramos con las cigalas que habíamos reservado antes de servir y los germinados.
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