Con esta riquísima Red Velvet queremos celebrar con vosotros el día de San Valentín. Y esta tarta que os traemos hoy es perfecta para este día: su exquisita textura de terciopelo y su sabrosísimo relleno se presenta en una vistosa tarta de intenso color rojo y una preciosa forma de corazón. Una tarta para conquistar o reconquistar!
No necesita molde corazón, nosotras hemos preparado el bizcocho plano sobre un molde rectangular grande y después hemos recortado la forma de corazón con ayuda de un molde de papel. Fácil!
300 gr de harina de trigo
Dos huevos tamaño L
250 gr de azúcar blanco
250 ml de leche entera
Una cucharada de zumo de limón
120 ml de aceite de soja
Una cucharadita de azúcar vainillado
15 gr de cacao en polvo sin azúcar
Colorante en gel rojo (el nuestro de Americolor Super Red)
Media cucharadita de bicarbonato de sodio
Media cucharadita de levadura química
Una cucharadita de vinagre de manzana
Una cucharadita de vinagre de manzana
Mermelada de fresa
Fresas naturales para decorar
Relleno de queso crema:
250 ml de queso crema tipo Philadelphia
125 ml de nata para montar
60 gr de mantequilla
120gr de azúcar glass
Una cucharadita de azúcar vainillado
Elaboración:
Preparamos en primer lugar el relleno para que pueda reposar en la nevera tomando consistencia mientras preparamos el bizcocho.
En un bol amplio ponemos la mantequilla a temperatura ambiente. Añadimos el azúcar glass y el azúcar vainillado y batimos bien con las varillas hasta que nos quede una mezcla esponjosa.
Batimos el queso (frío) en otro bol con las varillas y cuando esté bien batido añadimos la nata también bien fría. Mezclamos bien hasta que nos quede una crema firme y homogénea (unos tres minutos). Incorporamos la crema de mantequilla y seguimos batiendo. Nos queda muy consistente. La pasamos a una manga con boquilla y llevamos a la nevera a que enfríe bien.
Seguimos la receta preparando el bizcocho.
Mezclamos la leche con el zumo de limón en primer lugar para hacer una buttermilk casera. Necesita 10 minutos de reposo.
Seguidamente nos ponemos a montar los huevos con el azúcar con ayuda de unas varillas, hasta que blanqueen y queden espumosos (unos cinco minutos). Sin dejar de batir añadimos el aceite de soja y el azúcar vainillado.
Tamizamos la mitad de la harina con el cacao y la media cucharadita de levadura químicabatiendo con las varillas manuales. Añadimos la mitad de la buttermilk y mezclamos bien. Repetimos el proceso con el resto de harina y el resto de buttermilk.
Añadimos el colorante. Nosotros hemos puesto media cucharadita de nuestro colorante rojo en gel de Americolor y nos queda precioso.
Por último disolvemos la media cucharadita de bicarbonato en el vinagre blanco y mezclamos bien.
Esta masa no debe reposar una vez puesto el bicarbonato así que vertemos en el molde inmediatamente. Nosotras tenemos un molde rectangular grande de 36 x 24 cm con el que obtenemos el grosor perfecto para este pastel tapamos con un papel de aluminio y llevamos al horno precalentado a 180º.
Horneamos durante unos 30 -35 minutos hasta que al pinchar con un palillo nos salga limpio.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Una vez frío el bizcocho cortamos los dos corazones con ayuda de dos moldes de papel exactamente iguales.
Colocamos el primero de ellos sobre el plato de servir y untamos con la mermelada de fresa. Con ayuda de la manga pastelera ponemos el relleno de queso crema a base de montoncitos circulares empezando por el contorno y rellenando luego el interior. Después tapamos con el otro corazón de bizcocho que ya tenemos untado con mermelada con mucho cuidado. Decoramos con fresas naturales.
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