Crema de Calabaza con Queso Cheddar y Sésamo Negro

 La calabaza, de la familia de las curcubitáceas, es un fruto de cáscara dura de gran tamaño tan presente en nuestra cocina como en otros ámbitos de nuestra vida. Así la calabaza mágica llevó a Cenicienta a palacio para que conociera a su príncipe convertida en una preciosa carroza, sin embargo, las calabazas no son bienvenidas en junio en la recogida de notas del cole... También usamos las calabazas para expresar un desaire amoroso, y con sonrisa de terror la cáscara de la calabaza sirve para asustar a los niños en Halloween....
Eso sí, en cocina, la calabaza es mucho más dulce y muy muy versátil: deliciosa en bizcochos, magdalenas, buñuelos, cremas dulces, pasteles especiados, ... pero también es un ingrediente estrella en la cocina salada, acompañando a cocidos y potajes, como guarnición y sobre todo como protagonista en sopas y cremas de verduras.

Sea cual sea la receta dulce o salada que hayamos escogido para disfrutar de la calabaza podremos beneficiarnos de sus múltiples propiedades para la salud: es antioxidante, fortalece el sistema inmunitario, regula los niveles de azúcar en la sangre, facilita la eliminación de la mucosidad e incluso podría ayudar a prevenir el cáncer por su alto contenido en fibra.
Es muy fácil aprovecharnos de lo mejor de la calabaza con una crema como la que os traemos hoy: sencilla de hacer, nutritiva, muy cremosa y con mucho sabor, pues hemos preparado un estupendo caldo de verduras para añadirlo en su elaboración y que la crema nos quede aún más rica.

Cathedral City nos ofrece gran variedad de queso cheddar tanto en punto de maduración como en formato para que también podamos escoger el que mejor se adapte al momento: para disfrutar en aperitivos, tras el almuerzo, para gratinar, para que los niños lo lleven al cole... todos exquisitos. Para esta receta escogemos la rotundidad de sabor del Cheddar Vintage, ideal para tomar al natural o como ingrediente de nuestras mejores recetas.
Ingredientes:

Para la crema:

300 gr de calabaza
Una patata
La parte blanca de un puerro
Media cebolla
Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Semillas de sésamo negro
Queso cheddar rallado al gusto
Pimienta negra
Caldo de verduras
Sal
Queso cheddar en cubitos como guarnición

Para el caldo de verduras:

La parte verde del puerro
Una zanahoria
Media cebolla
Un trozo de apio
Una hoja de laurel
Una rama de tomillo
Una cucharada de aceite de oliva
Dos litros de agua
Sal

Elaboración:

Preparamos en primer lugar el caldo de verduras:
Lavamos, pelamos y cortamos las verduras del caldo en trozos pequeños.
En la cazuela con aceite de oliva rehogamos la cebolla y el puerro hasta que estén transparentes. Añadimos el resto de verduras y rehogamos todo junto unos minutos más.
Incorporamos el agua, el laurel y el tomillo y subimos el fuego hasta que hierva.
Una vez roto a hervir cocinamos unos veinte minutos a fuego suave. Colamos y reservamos.

Preparamos la crema:
Cortamos la calabaza y la patata en trozos pequeños y regulares.
Pelamos y limpiamos bien el puerro, lo cortamos en rodajas finas (sólo la parte blanca). Pelamos también la cebolla y la troceamos en rodajas finas.
En una cazuela rehogamos la cebolla junto al puerro a fuego lento.
Añadimos la patata y la calabaza, rehogamos un par de minutos e incorporamos el caldo de verduras que hemos preparado antes hasta cubrir.
Cocinamos durante unos 20 minutos aproximadamente.
Cuando la calabaza esté tierna, trituramos la crema, y en este momento añadimos el queso cheddar rallado.
Servimos espolvoreadas de semillas de sésamo negro y con unos dados de cheddar.