Se endulzan con canela, azúcar o miel, anís en grano y corteza de naranja y limón, dando cuenta del legado que la cocina andalusí ha dejado en nuestra tierra.
Es un dulce casero típico de Todos los Santos y Semana Santa al igual que los roscos fritos, los pestiños, las torrijas, el arroz con leche..., pero como gustan tanto en casa las hacemos cuando apetecen, en otoño y en invierno sobe todo.
Si nunca las habéis comido, tenéis delito, porque realmente están riquísimas.
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Ingredientes:
Cinco cucharadas de aceite de oliva virgen
Un litro y medio de leche entera
De seis a ocho cucharadas soperas colmadas de harina de repostería
Ocho cucharadas soperas de azúcar
Una cucharadita de anís en grano
Una cucharada de anisette Marie Brizard
Una rama de canela grande
Corteza de naranja y de limón
Pan del día anterior
Una pizca de sal
Elaboración:
En una cacerola amplia freímos los curruscos de pan en el aceite. Una vez tostados los sacamos y reservamos.
En el aceite sobrante ponemos la cucharada de anís en grano, las cáscaras de limón y naranja y dejamos sofreír muy ligeramente. Sacamos las cáscaras tostamos las ocho cucharadas de harina para que pierda el "sabor a crudo" de la harina por un espacio de tiempo de unos dos o tres minutos a fuego bajo.
Vamos añadiendo en este punto la leche poco a poco sin dejar de remover con ayuda de unas varillas de mano para que no salgan grumos. A veces los grumos no los podemos evitar, ya que esta crema no lleva demasiado aceite, y entonces antes de que empiece a espesar más pasamos la batidora eléctrica y así nos queda una crema fina, fina. Añadimos el palo de canela entero, la cucharada de anisette y las cáscaras que teníamos reservadas mientras que seguimos removiendo bien.
Con el fuego aún bajo vamos removiendo hasta que cueza bien la crema y espese a nuestro gusto.
Una vez al punto con la crema del espesor de una bechamel espesa, apartamos del fuego y servimos en una fuente.
Terminamos con los curruscos de pan que ya teníamos fritos y opcionalmente con un toque de canela molida y dejamos enfriar a temperatura ambiente o en el frigorífico.
Una rama de canela grande
Corteza de naranja y de limón
Pan del día anterior
Una pizca de sal
Elaboración:
En una cacerola amplia freímos los curruscos de pan en el aceite. Una vez tostados los sacamos y reservamos.
En el aceite sobrante ponemos la cucharada de anís en grano, las cáscaras de limón y naranja y dejamos sofreír muy ligeramente. Sacamos las cáscaras tostamos las ocho cucharadas de harina para que pierda el "sabor a crudo" de la harina por un espacio de tiempo de unos dos o tres minutos a fuego bajo.
Vamos añadiendo en este punto la leche poco a poco sin dejar de remover con ayuda de unas varillas de mano para que no salgan grumos. A veces los grumos no los podemos evitar, ya que esta crema no lleva demasiado aceite, y entonces antes de que empiece a espesar más pasamos la batidora eléctrica y así nos queda una crema fina, fina. Añadimos el palo de canela entero, la cucharada de anisette y las cáscaras que teníamos reservadas mientras que seguimos removiendo bien.
Con el fuego aún bajo vamos removiendo hasta que cueza bien la crema y espese a nuestro gusto.
Una vez al punto con la crema del espesor de una bechamel espesa, apartamos del fuego y servimos en una fuente.
Terminamos con los curruscos de pan que ya teníamos fritos y opcionalmente con un toque de canela molida y dejamos enfriar a temperatura ambiente o en el frigorífico.
Quė presentación tan bonita! Lo intentaremos, gracias por la idea :)
ResponderEliminarMe encanta, hace dos tardes la merendamos en casa, que rica y que bien sienta
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