Salmorejo cordobés con Melva en aceite de oliva virgen extra

Exquisito el salmorejo cordobés y más aún si lo acompañamos con una deliciosa melva en aceite de oliva virgen extra. Hoy os traemos estas dos recetas que podéis preparar por separado o disfrutar juntas como os proponemos. Una combinación deliciosa para tomar de completísimo primer plato.
Los aceites de oliva virgen extra D.O. Montes de Granada aporta la intensidad y el sabor tradicional a nuestra receta . Estos aceites tienen un aroma y sabor frutado, ligeramente amargo, cuerpo en boca y de acidez es baja. Además destacan por el alto contenido en ácido oleico y también una alta relación de ácidos monoinsaturados/ poliinsaturados y por tanto, un alto valor dietético, lo que lo hacen perfecto para incluirlos en nuestra dieta.
 DOP Montes de Granada - Aceite / Almazaras

Ingredientes:

Para el salmorejo:

Un kg de tomates bien maduros
Un trozo grande de pan (preferentemente del día anterior
Un diente de ajo
Aceite
Vinagre
Huevo cocido
Aceitunas negras
Sal

Para la melva:

Una melva de medio kilo
Aceite de oliva virgen extra variedad Hojiblanca
Cuatro granos de pimienta negra
Laurel
Sal

Elaboración:

Preparamos la melva en primer lugar:
Ponemos agua en un cazo agua con el laurel, la pimienta y la sal. Cuando empiece a hervir añadimos la melva partida en dos a lo largo y la dejamos cocinar unos 10 minutos.
La sacamos y la pasamos por agua fría, escurrimos bien, salpimentamos y dejamos enfriar.
Vamos haciendo lascas finas de la melva, quitándole la piel y las espinas, y las vamos extendiendo en una fiambrera de cristal y las regamos generosamente con aceite hasta que cubra ligeramente.
Reposamos en el frigorífico unas horas antes de utilizarlas en la receta.

Vamos ya con el salmorejo:
Picamos los tomates junto con el diente de ajo.
Batimos todo durante un minuto y le migamos el pan para que se remoje en el tomate y sea mas fácil triturar después. Añadimos el aceite, la sal y el vinagre al gusto, y volvemos a batir, hasta que quede con la textura de una crema suave.
Llevamos al frigorífico hasta la hora de comer para que enfríe bien.
Antes de servir, picamos en trocitos los huevos cocidos y las aceitunas negras deshuesadas y los colocamos junto con la melva en dos cuencos para que cada uno se lo sirva al gusto a la hora de comer.

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