Pan de semillas de lino al toque de anís
Preparar pan en casa es todo un placer: preparar la masa, verla fermentar y doblar de volumen, disfrutar el delicioso olor al hornearlo...
Pero además nos permite preparar un producto de forma natural que llevamos todos los días a la mesa y adaptar sus ingredientes a nuestros gustos y necesidades nutricionales. Así nosotras incorporamos a la receta básica de pan las beneficiosas semillas de lino dorado, también conocidas como linaza, que como seguro sabéis regula la presión arterial, ayuda a bajar los niveles de colesterol, aporta mucha fibra previniendo problemas de estreñimiento y tiene propiedades anticancerígenas.
Además le hemos dado un toque distinto con algunas semillas de anís verde en grano, resultando un pan verdaderamente delicioso.
Ingredientes:
450 gramos de harina de fuerza blanca
60 gramos de copos de avena
320 gramos de agua
Un sobre de levadura seca de panadería Maizena
Una cucharada de aceite de oliva
Una cucharadita de miel
Una cucharadita de lecticina de soja (opcional)
Una cucharada de semillas de lino
Media cucharadita de anís en grano
8 gramos de sal
Elaboración:
Mezclamos
en la panificadora (o en un bol grande) el agua (ligeramente tibia en invierno), el aceite, la miel, la
sal, los copos de avena, la harina, la levadura seca, la lecticina de soja, las semillas de lino y el anís en grano, por ese orden.
Programamos
la panificadora en función masa (sólo nos amasa y nos fermenta, no
cuece el pan), o bien amasamos a mano hasta conseguir una bola lisa y dejamos que fermente en un lugar tibio hasta que doble su volumen. Este proceso depende mucho de la temperatura ambiente, y puede durar desde una hasta tres horas o más si hace mucho frío.
Al
terminar de fermentar, sacamos la masa de la panificadora, le damos forma deseada (hogaza, barras, bollos,...) y dejamos que fermente una segunda vez en un banetón si son piezas grandes, o sobre la bandeja del horno sobre la que habremos colocado un papel vegetal si son piezas pequeñas.
Precalentamos el horno 200 grados.
Hacemos unos cortes sobre las piezas con una cuchilla y llevamos al horno.
Los primeros 5 minutos los mantenemos a 200 grados y vaporizamos agua sobre las paredes del horno a intervalos.
Después bajamos la temperatura a 180 grados y dejamos hornear el pan unos 35 o 40 minutos aproximadamente, dependiendo del tamaño de las piezas.
Sacamos del horno y enfriamos sobre una rejilla.
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